Drenaje linfático manual

El drenaje que proponemos nace en el seno de dos universidades belgas: la Vrije Universiteit de Brussel, en cuyos laboratorios de anatomía y  veterinaria se iniciaron los primeros estudios del sistema linfático, y en la  Université Libre de Bruxelles, donde los sujetos sanos eran objeto de nuestros estudios (AL1.2, AL1.3, AL1.5, AL1.7, AL1.10, AL1.14, OL1.3, OL1.4, AL2.23).

Desde 1970, hemos realizado numerosas investigaciones anatómicas a partir de cadáveres humanos y de sujetos vivos, con el fin de examinar los diferentes trayectos de los vasos linfáticos (300 cadáveres para el miembro superior AL1.32; para la cabeza y el cuello OL1.6 y para el miembro inferior).

En 1988, publicamos por primera vez la eficacia de nuestro drenaje linfático manual, utilizando para su demostración la linfoescintigrafía (OL1.3).

Hoy, seguimos realizando investigaciones anatómicas en cadáveres en nuestros laboratorios de anatomía, pero hemos dado un gran salto en el sujeto vivo gracias a las nuevas tecnologías de imagen.

Podemos reconstruir tridimensionalmente el sistema linfático gracias al SPECT-TC asociado a la linfografía radioisotópica. Esto nos ha permitido ver nuevas vías de drenaje. En un futuro, nuestra técnica de drenaje se verá readaptada a estos avances en anatomía, ya que es evidente que, a la luz de las experimentaciones científicas, las diversas “manipulaciones” han de ser adaptadas y modificadas.

Podemos resumir nuestra técnica de DLM de la siguiente manera:

Drenaje de los ganglios

Consiste en favorecer el vaciamiento ganglionar. Los “depósitos” ganglionares se vacían por simple presión.

No se trata de una estimulación, ya que el ganglio no puede contraerse (dado que no existe musculatura lisa en él). Solo los vasos linfáticos se contraen.

El drenaje de los ganglios no es propiamente una maniobra de llamada, ya que nosotros no hemos registrado ningún efecto de inicio de la evacuación durante estas maniobras. Se trata, simplemente, de “hacer sitio” para permitir verter su contenido a los vasos que transportan la linfa.

Drenaje de llamada (o de mantenimiento) de los colectores

Se trata de aumentar la frecuencia contráctil de los vasos linfáticos que “drenan” la región. Este proceso ha sido controlado por linfocentigrafía (OL1.1, OL1. 3, OL1.4).

La aplicación de esta técnica asocia dos efectos: no solo hay un aumento de la frecuencia contráctil de los vasos linfáticos, sino que también hemos medido la aceleración de evacuación de los elementos del edema. Dada esta influencia, nosotros la hemos denominado “técnica de llamada” (“inciting technic”).

Drenaje de reabsorción

Consiste en favorecer la evacuación del edema por la reabsorción de los linfáticos iniciales, y por el sistema venoso. El DLM favorece enormemente la captación de macromoléculas (OL1.3), por lo que esta técnica solo tiene sentido si es aplicada sobre el edema mismo.

El sistema venoso toma la fracción líquida del edema, pero en cantidades mínimas, de tal forma que no tiene ningún impacto sobre los parámetros hemodinámicos del corazón. Esto se ha demostrado en nuestro estudio realizado en la Unidad de Cardiología del Hospital Universitario Tivoli.